lunes, 15 de enero de 2007

A Luis Puelles López

Tomando el ejemplo de mi compañero de clase Jesús, aprovecho para colgar la entrevista que le hice al médico investigador Luis Puelles López, de la Universidad de Murcia, para la asignatura de Producción Periodística (acepto todo tipo de comentarios, positivos y negativos, me ayudarán a mejorar).

Luis Puelles López, miembro de la Academia Europea
“Soy un neurobiólogo, interesado en la función, pero que trabaja con el aparato”
Departamento de anatomía de la Facultad de Medicina del Campus de Espinardo (Murcia). Despacho del doctor Luis Puelles. Sentado en una silla está él. Es un hombre de 57 años, con barba, algunas canas y unas gafas tras las que esconde sus ojos, pequeños y atentos a cada movimiento de su alrededor. Los libros, archivos, carpetas y folios invaden su despacho. Las paredes son estanterías repletas, la mesa una montaña de documentos.

Luis Puelles López está casado y tiene dos hijos, uno de ellos investigador, como él, en el campo de las Neurociencias. Médico, especializado en la neuroanatomía del ser humano, pensaba –cuando comenzó sus estudios- que “si estudiaba Medicina podría ser psicólogo y entender así la mente”, que era lo que él quería. En su familia sólo un médico más, su abuelo, también investigador pero en clínica; uno de los pioneros en el uso de los rayos X en España.

Licenciado en la Universidad de Granada, ha recorrido toda España para mejorar sus investigaciones y su formación: Sevilla, Badajoz, Cádiz y, finalmente, Murcia.

Nunca ha ejercido como médico, pues la investigación y la docencia han ocupado todo su tiempo como profesional. Puelles es director del departamento de Anatomía Humana y Psicobiología de la Facultad de Medicina, además de miembro de la prestigiosa Academia Europea en la sección de Biología y Evolución de Organismos. Ocupa el cuarto puesto a nivel nacional en el índice H en la sección de Neurociencias.

La Academia Europea- creada en 1988 – es una prestigiosa institución que reúne más de 2000 miembros de 35 países europeos especialitas en todos los campos del saber: desde la Literatura hasta Ingeniería, Biología, Química, Medicina, Música, Historia o Filosofía. Entre sus miembros se encuentran 46 premios Nobel. Un grupo de profesores de Alemania, país donde las investigaciones de Luis Puelles están muy reconocidas, promovió la candidatura del doctor a la Academia. A ésta pertenecen un total de 49 españoles.

Formado por la lectura

El doctor Puelles tan sólo cuando se dedicó a la investigación se dio cuenta de que tenía que ampliar conocimientos de aspectos biológicos por lo que se hizo biólogo, pero autodidacta. “Leí muchos libros y todo lo que me faltaba lo fui estudiando por mi cuenta”, asegura. “En sexto de carrera casi dejé los estudios para dedicarme a la investigación en el departamento de anatomía. Ahí fue donde decidí no ejercer la clínica, sino dedicarme a la investigación pura”.

La lectura fue lo que más le ayudó a formarse como especialista durante la carrera. “No sólo leí muchos libros de texto, sino también muchas cosas sobre nervioso”, testifica Luis Puelles. Esto le ayudó (y le sigue ayudando) a entender el cerebro, no solamente el humano, e “intentar entender lo que se mantiene fijo y no cambia, y ver en el tiempo cómo se modifica lo que sí cambia”.

Interesado en la función

Siempre se ha interesado por la anatomía del cerebro, pero sin perder el interés en la mente, que intelectualmente es lo que le mueve a investigar: el saber cómo pensamos y sabemos que estamos aquí, por qué sentimos y por qué nos emocionamos. Todos esos aspectos que les interesan a todo el mundo son los primeros motores de búsqueda del doctor Puelles, quien afirma que sólo al investigar se ha dado cuenta de que hay una serie de problemas morfológicos, de estructura, que interesan para cualquier investigación. “Las partes, cómo están puestas, la relación de unas con otras… Ese es el campo en que me he ido adentrando”. Aún así, revela su interés por la parte funcional del cerebro, por lo que ha seguido leyendo mucho respecto a esto. “Cuando doy clase – explica el investigador - siempre intento llevar a los alumnos a esa parte funcional, preguntarles: ¿Esto para qué sirve? ¿Qué es lo que hace? Y eso cómo nos explica cómo somos y las rarezas que tenemos como personas y por qué somos iguales o distintos y por qué hacemos tal cosa o tal otra”. Es por esto que se define a sí mismo como “un neurobiólogo, interesado en la función, pero que trabaja con el aparato”.

En organizaciones científicas

Luis Puelles López a lo largo de su vida profesional ha pertenecido a varias organizaciones científicas, entre las que se pueden señalar su paso por la SENC (Sociedad Española de Neurociencias), donde fue presidente de la misma entre los años 1997 y 1999. Su reconocimiento como miembro de la Academia Europea, de la que forma parte desde el pasado año 2006, sostiene el investigador que es “algo honorífico” y que todavía no se ha implicado en ningún proyecto.

Asimismo, es investigador asociado al Instituto de las Ciencias de Alicante, uno de los más importantes en España junto al Instituto Cajal de Madrid.

Forma parte de diversos grupos de investigación de todo el mundo: Alemania, Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Italia, Hungría, Polonia, Noruega, Australia, Japón. Gracias a todos estos “cables de comunicación”, como los llama Luis Puelles, conoce tantas cosas, porque además de ir él a otros países, viene gente a España a investigar con él. Entre risas, el doctor asegura que suele pasar las vacaciones en otros países, pero “no sin hacer nada, sino colaborando en diversos proyectos de investigación”.

Una linterna en la oscuridad

Su intención, desde el principio, no fue la de plantear un esquema del cerebro, pero un día se dio cuenta de que él podía hacer uno mejor al que se había propuesto hasta ese momento. Este descubrimiento marcó todo lo que el catedrático e investigador Luis Puelles ha hecho a lo largo de su carrera.

Su esquema global del cerebro humano presentaba un gran número de cosas que no se sabían. “Fue como encender una linterna en la oscuridad”, dice el doctor con una cara sonriente y de satisfacción. Gracias a esa idea, su trayectoria profesional cambió. Además, no se contentó sólo con ese descubrimiento, sino que ha seguido investigando para mejorarlo día a día, “mejorar la forma de mirar, mejorar la forma de iluminar la complejidad que tiene un cerebro, pues todavía hay mucha oscuridad, hay muchos rincones que todavía se desconocen”, apunta Puelles.

Todo este hallazgo ha sido lo que le ha ayudado al investigador Luis Puelles a hacer los trabajos más importantes que ha realizado, y de eso se han dado cuenta en todo el mundo, ya que ese “instrumento” de conocimiento que él ha creado es útil para todos los investigadores, incluso para aquellos que trabajan con el cerebro animal.

2 comentarios:

Entrevagones dijo...

Las entrevistas son una puerta que sólo tú puedes abrir a los ojos de tu pequeño mundo. Es el instante en el que el yo del periodista desaparece para ser un testigo de la grandeza o miseria del otro; desaparecemos como hace una geisha en la ceremonia del té, y nos convertimos en función, pero no sólo eso. Es un instante de escucha, de curiosidad, de entrega innata y desinteresada por la forma que tiene él de mirar el mundo. Es el momento de abrir bien los ojos, observar, por ejemplo, cómo juega con algo entre las manos mientras nos habla; es el momento de prestar atención a las inflexiones de su voz, al cansancio con que nos relata sus próximos objetivos, a la ilusión que tiembla en su garganta cuando le obligamos a volver al pasado. Descubrir al hombre que hay detrás del miembro de la Academia Europea es entrar sin preguntar en su alma, llena o no de demonios.

Eres formalmente impecable, pero falta algo; quizás esos detalles que una persona menos atenta no puede percibir: el parpadeo, la sonrisa. No debes conformarte con una sintética descripción introductoria y dejarnos colgados de la información pura durante toda la entrevista. Tu aspiración no debe ser que te lean sólo aquéllos interesados en la figura del doctor, sino aquellos que nunca han oído hablar de él; intercalando descripciones a lo largo del recorrido, recordándonos que no estamos ante un ensayo sobre la vida de nadie, sino ante una entrevista que nos regala una mirada franca, intensa y profesional, como estoy seguro que será la tuya. Y se puede, ya lo creo, porque cada uno de nosotros es un universo inabarcable.

Un saludo. Ya nos veremos.

susanamb dijo...

La verdad es que tienes toda la razón en lo que dices, porque es totalmente cierto que he dejado a un lado ese toque lírico que podría haberle dado a la entrevista y que habría dado un toque mucho más humano a mi entrevistado.
De todos modos, estoy segura de que esto me ayudará muchísimo a crecer como escritora, como periodista y como observadora del mundo que me rodea.
Gracias por tu opinión. Apunto todo lo que dijiste.
Un saludo.