lunes, 26 de mayo de 2008

Inmigrantes al volante

El canje de permisos de conducir puede tener consecuencias negativas, si no se tiene en cuenta la educación vial que se imparte en cada país

Moncho, de 35 años, es ecuatoriano y reside en España desde hace unos meses. Salim, tiene 25, es marroquí, aunque posee la nacionalidad española desde hace dos años. Marta, de 19, es murciana y estudia en la universidad. Todos ellos coincidieron en una autoescuela y se dieron cuenta de que su interés por conseguir el carné de conducir era totalmente diferente.

Salim fue a preguntar como poder convalidar su permiso por uno español. Tiene un puesto ambulante, de esos que podemos encontrar en los mercadillos, y necesita la licencia para poder llevar la furgoneta en la que guarda el género. Mientras fuman un cigarrillo en la puerta, les cuenta a sus compañeros que es muy fácil y sencillo el canje del carné. Moncho, invadido por la envidia, le sugiere que sería mejor examinarse, que no es igual la señalización y que circular por las calles de una ciudad como Murcia es muy difícil cuando no se domina, al cien por cien, un coche.

En la actualidad, la gran mayoría de los extranjeros que tienen carné de conducir con residencia en España, tan sólo han de rellenar una solicitud, presentar un certificado médico y otro que acredite la ausencia de antecedentes penales o administrativos y pueden canjearlo.

Canjear carnés de inmigrantes, según las autoescuelas, puede ser peligroso, ya que la señalización es diferente, pero no sólo eso, sino que los exámenes para conseguir el permiso de conducir son diferentes y en muchos países no requieren de examen práctico. Los mínimos exigidos en algunos estados no son, ni mucho menos, los mismos que se exigen en España; se dan carnés sin apenas formación ni examen previo y, cuando éste existe, las pruebas están muy por debajo del nivel exigido por la Unión Europea. Incluso algunos carnés son expedidos por las autoridades municipales sin la cualificación necesaria o falsificados por las mafias.

En ocasiones, los alumnos han recibido ofertas en las que, sin pasar por examen, obtienen el carné por el precio de 100 euros. Se les proporciona un supuesto permiso de conducir de uno de los países de los que son canjeables y después lo convalidan, sin problemas, por la licencia española.

Los permisos de conducir expedidos en países de la Unión Europea y el Espacio Económico Europeo (Islandia, Liechtenstein y Noruega) son válidos para conducir en España, aunque una vez transcurrido un plazo de seis meses desde el comienzo de su residencia en el país, dichos permisos carecen de validez. Si sus titulares desean seguir conduciendo deben obtener el carné español, mediante un canje por el equivalente nacional.

Otros países como Corea, Japón, Suiza, Argelia, Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Croacia, Ecuador, Marruecos, Perú, República Dominicana, Paraguay, Uruguay y Venezuela también tienen acuerdos con España para que el canje sea posible.

“El problema de muchos de estos inmigrantes”, dice Francisco Andujar, Secretario General de la Asociación Regional de Autoescuelas, “es que no saben circular, porque la circulación es totalmente distinta a la conducción de un vehículo”.

Los problemas
Moncho les cuenta que, por el contrario, está buscando trabajo y necesita el carné B1, porque le han ofrecido un puesto de trabajo como camionero. Su mayor problema en la autoescuela es el dinero, ya que es muy caro y las clases prácticas suben mucho el precio. Él no ha conducido nunca; el autobús es muy económico en su país y le salía rentable usarlo para ir a trabajar y moverse por la ciudad. Además, para él existe otro problema añadido: el lenguaje, pues aunque su lengua nativa sea también el castellano, algunas palabras técnicas son totalmente diferentes o, incluso, ni existen en su país.

Los inmigrantes extranjeros que llegan a nuestro país pueden tener o no carné de conducir. Aquellos que no lo poseen, como los españoles, deben pasar por una autoescuela para conseguir el permiso. Según datos de la Asociación Regional de Autoescuelas de Murcia, la mayoría de los inmigrantes que hay en las autoescuelas murcianas son africanos y de América del Sur, aunque también podemos encontrar en ellas una gran cantidad de chinos o rumanos.

En cuanto a la enseñanza vial, existen dos problemas. El primero es la lengua, incluso para los inmigrantes latinoamericanos, ya que algunas palabras no son las mismas aquí y allí, aunque existen autoescuelas de adultos y exámenes para practicar en diferentes idiomas (chino, árabe), pero los exámenes oficiales tan sólo pueden realizarse en español, francés, inglés o alemán. El segundo es más general y compartido por muchos españoles: el coste del carné. Para ello dan el mínimo posible de clases prácticas, que es donde más se encarece el precio del permiso; “es aquí donde se da el desastre del suspenso”, afirma Francisco Andujar.

“El colectivo que peor conduce es el marroquí”, asegura Andujar, ya que “no distinguen ni respetan las señales”. Ellos vienen a España sabiendo conducir, aunque no tengan carné, pues utilizan el coche para ir por caminos sin señalizar en su país. “Todos hemos visto un coche dar marcha atrás en una autovía – cuenta – y no nos ha sorprendido saber que era marroquí”.

Marta, sin embargo, sólo busca una mayor libertad y comodidad, que con el coche puede conseguir. Moncho se sorprende de que no le importe dar más clases prácticas que él y que no piense en un trabajo futuro donde lo pueda necesitar. El carné se lo pagan sus padres, así que ella sólo piensa en sacárselo pronto para irse de viaje con sus amigas, salir y entrar sin esperar un autobús… En fin, tener un poco más de libertad.

“A las mujeres españolas les cuesta más sacarse el carné de conducir”, según Francisco Andujar. El motivo de esto es “la seguridad que han de adquirir para sentirse bien al volante”. Quizás sea este el motivo por el que la mayoría de los accidentes son producidos por hombres.


Conducir sin carné

Salim les cuenta que durante estos dos años que vive en España ha conducido sin carné y, sonriendo, dice que sólo le han multado una vez por no tenerlo. Ahora lo quiere convalidar porque se ha enterado de que le pueden quitar el permiso de residencia y repatriar a su país.

Para aquellos que conduzcan sin licencia se ha endurecido la multa establecida en el Código Penal. En el caso de los inmigrantes podrá dificultar su posibilidad de renovar su permiso de residencia temporal, porque a partir del 1 de mayo los extranjeros que conduzcan sin carné podrán ser arrestados y expulsados del país. Esto se debe a que la Ley de Extranjería prohíbe renovar la documentación a extranjeros con antecedentes.

Hasta el momento, aquellos inmigrantes que conducían sin licencia se exponían a pagar una multa que oscila entre 300 y 600 euros, al igual que los españoles, pero desde mayo esto cambiará. A los inmigrantes que sean sancionados por conducir sin permiso se les presentarán dos opciones en el momento de la infracción: abandonar el país o quedarse en situación irregular. No se les expulsará de manera inmediata, sino que tan sólo ocurrirá esto en el caso de que la infracción les lleve a pagar más de un año de cárcel.

Aunque no sólo perderán la posibilidad de renovar la documentación aquellos inmigrantes que conduzcan sin carné, sino que también la perderán quienes hayan perdido todos los puntos del permiso de conducir. Sin embargo, para los inmigrantes que hayan obtenido el permiso en sus países de origen pero no lo hayan canjeado en España, tan sólo habrá una multa, ya que los permisos expedidos en países no comunitarios dejan de tener validez a los 6 meses de que el titular resida en España. A partir de ese momento, el conductor está obligado a sacarse el carné español, a no se que exista un convenio con su país de origen que permita canjearlo sin examinarse.

Unos meses más tarde Moncho y Marta coincidieron. Ahora cada uno tiene su carné de conducir y han conseguido sus objetivos. Ambos habían vuelto a ver a Salim, pero Moncho tenía malas noticias. Un día leyendo el periódico reconoció su coche. Estaba destrozado. Había tenido un accidente por conducir a una velocidad por encima de la establecida.


Las diferentes normas viales de cada país, el principal problema

“Tiempos atrás, era una noticia alarmante oír que un vehículo se había quedado en medio de un paso a nivel, que había llegado el tren y chocado contra él. Pero ahora es normal que todos los años aparezca alguna noticia que nos cuente que un tren ha atropellado una furgoneta con ocho o diez inmigrantes ecuatorianos, marroquíes o colombianos, porque algo tan difícil como esto, en el que se tienen que dar millones de circunstancias para que ocurra, con ellos al volante ocurre”, cuenta el Secretario General de la Asociación Regional de Autoescuelas. El motivo por el que se producen estos accidentes es, según Francisco Andujar, que “no saben circular y se sitúan en la mitad de las vías del tren para ver si viene o no, y mientras reaccionan, ocurre la desgracia”.

Además, defiende que el motivo de muchos accidentes provocados por inmigrantes es culpa del vehículo que llevan, ya que por el bajo nivel adquisitivo que tienen, los coches son de segunda mano, tienen muchos años y, en ocasiones, no pasan los niveles mínimos de seguridad para circular.

En 2007 el 12% de los conductores que fallecieron en la carretera eran inmigrantes. Las principales causas de estos siniestros eran la ocupación excesiva, la velocidad indebida y la escasa utilización de los sistemas de retención.

El mayor problema al que se enfrenta la Dirección General de Tráfico, en cuanto al canje de permisos de conducir, es la unificación, puesto que cada país tiene normas y exigencias diferentes en la obtención del carné. No se pueden comparar las estrictas pruebas prácticas de países como Suecia o Finlandia, con la situación de otros estados, en los que obtener el permiso es un mero trámite burocrático (como es el caso de algunos países de América del Sur, donde no hay que pasar un examen, simplemente se obliga a pagar unas tasas y a presentar un reconocimiento médico).

Por este motivo, la DGT pretende revisar en qué casos es posible la convalidación y en cuáles ésta no es viable. Además, se insiste en la educación vial para adaptar las condiciones de este colectivo a la norma española. Una serie de medidas que pueden, a largo plazo, disminuir el número de accidentes provocados por los inmigrantes y con ellos las muertes en carretera por no respetar las normas de circulación.


(SÉ QUE NO ES UN GRAN TEXTO PERO ME GUSTA RESCATAR LOS TRABAJOS QUE HAGO EN LA UNIVERSIDAD. NO ME PARECE BIEN PERDER ESTO EN EL OLVIDO Y NO PONERLO AL SERVICIO DE QUIEN QUIERA LEERLO O PODER INTERESARSE POR ALGO ASÍ).

miércoles, 7 de mayo de 2008